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Viernes, 08 Junio 2012 11:05

“Vemos oportunidades de generar negocios nuevos”

Conversamos con un agente que acaba de abrir oficinas en Santa Fe. Además nos cuenta cómo es el movimiento que están teniendo en la actualidad y las complicaciones que se presentan para operar en diferentes puntos del país. Con respecto a las restricciones a las importaciones, manifestaron "quedarse en el problema no sirve, nosotros intentamos darle soluciones a los importadores; se pueden ofrecer alternativas de salida."

“Vemos oportunidades de generar negocios nuevos”

House es una agencia de capitales nacionales, con 15 años en el mercado. Tal como explicaron su gerente General, Enrique Rosa, y el director comercial, Luciano Collo, en una entrevista con El Semanario, "primariamente fuimos un agente aduanero, hace cuatro años anexamos la parte que es tráfico -con contenedores y carga a granel-, y hoy concentramos muchas empresas nacionales grandes."
También indicaron que en la actualidad poseen cinco sucursales, la sede principal que está Buenos Aires; una en el aeropuerto de Ezeiza –"somos uno de los seis agentes que tiene oficinas dentro del aeropuerto"-; otra en Zárate; también poseen una oficina afuera del país en Asunción de Paraguay, y hace tan sólo cinco meses acabaron de inaugurar otra en Santa Fe.

El Semanario: ¿Por qué decidieron abrir una nueva oficina en esa zona?
Enrique Rosa: Vemos oportunidades de generar nuevos negocios ahí. La gente de la Autoridad Portuaria de Santa Fe está intentando acercar la logística del puerto a todos los exportadores de la zona; porque lo que va por agua siempre le va a ganar a la que se transporta por vía terrestre en cuanto a costos.
Además la cuenca de Santa Fe es una zona muy productiva, y salir desde ahí presenta la ventaja de que los exportadores no tengan que venir a Buenos Aires, también es un puerto mucho más chico y maniobrable que Rosario.
Se está buscando potenciar a todas las empresas del interior, para poder ofrecerles una mejor logística, que hace que puedan bajar el costo final del producto al destino.
Nosotros tenemos un cliente que estamos acercando a ese puerto, que comercializan commodities y como ellos venden costo y flete porque comercializan productos que no tienen mucho valor agregado entonces pueden achicar mucho los márgenes si tienen un puerto cerca.
Por eso, es fundamental desarrollar en Santa Fe -y el gobierno así lo entiende- un sitio donde los exportadores zonales puedan ir a exportar directamente.

El Semanario: Entonces fueron porque vieron un desarrollo al que se está apostando y decidieron acompañar ese desafío. ¿Y qué perspectivas de movimiento manejan?
E.R.: Nosotros vimos que iba a venir una barcaza con contenedores, la CARE, y una vez que empezó a tener un ciclo regular decidimos que era una oportunidad. Si bien todavía no está garantizada la frecuencia que nosotros desearíamos para poder trabajar seriamente, ya que necesitamos poder asegurar una frecuencia regular para salir a ofrecer el servicio a los clientes.
Lo fundamental y lo más difícil es convencer a los clientes de ir a otro puerto con el que no están acostumbrados a trabajar, aunque económicamente les convenga.
Así que, estamos yendo a visitar a los exportadores para ofrecer algo nuevo. Sacar a los exportadores de su cadena habitual es algo complejo

El Semanario: ¿Cuál sería el mayor temor de los exportadores con respecto a ese puerto?
E.R.: Tiene que ver con la irregularidad de la barcaza, porque nosotros levantamos los contenedores, los consolidamos y si estamos 15 ó 20 días porque una barcaza omite o llega tarde, eso puede atentar directamente contra los contratos que tienen los exportadores.

El Semanario: Los buques van cuando hay carga, ¿cuál es el potencial que ustedes visualizan de movimiento?
L.M.: Carga hay, ese puerto debería estar trabajando el cuádruple de lo que lo hace hoy. Está toda la cuenca lechera, de arroz, del sur de Córdoba, de Entre Ríos. Nosotros estamos sacando ahora 60 contenedores. Creemos que si la barcaza tiene una regularidad el potencial de crecimiento es muy grande. Nosotros quisiéramos cargar por barcaza, que son dos servicios mensuales, 40 contenedores. Es decir movilizar 80 contenedores como objetivo de mínima, aunque creemos que podemos hacer mucho más que eso.

El Semanario: ¿Con qué productos están trabajando ahí ahora?
E.R.: Semillas de girasol, alfalfa, hay mucha producción en esa zona que es muy rica que busca salidas. Todavía no podemos dimensionar bien el potencial de crecimiento de poder ofrecer a un cliente un schedule prolijo desde ahí. Creo que no hay techo.
Porque además no hay un puerto cercano de contenedores, quedan sólo algunos como Rosario, o San Nicolás, está el Puerto de Corrientes, Concepción del Uruguay - que movilizó contenedores en algún momento -, pero muchas veces no funcionan justamente por la falta de regularidad de las barcazas. Por eso mucha de la carga hoy se va a Buenos Aires, porque es muy importante poder ofrecer seguridad en la salida de la mercadería.
Por ejemplo, es increíble que el Puerto de Corrientes con una zona de influencia mucho menor, sextuplique el movimiento con respecto al de Santa Fe.
Pero el empresariado también tiene que invertir y acompañar, por eso nosotros invertimos en una oficina en Santa Fe, y hemos decidido llevar a nuestros mejores hombres ahí, porque queremos salir a buscar a los clientes. Acá muchos esperan que los negocios lleguen, y los negocios hay que salir a buscarlos.

El Semanario: ¿Cómo es la operación en cuanto a costos, teniendo en cuenta que están recién comenzando las operaciones luego de mucho tiempo inactivo el puerto?
E.R.: La barcaza CARE está hoy significativamente más cara que ir al Puerto de Rosario, y todavía los costos son bastante altos como para promocionar un puerto. En cuanto a los costos de la terminal portuaria y los servicios son similares a todos los puertos.
El puerto no tiene problemas, y las autoridades están poniendo mucha voluntad para que funcione.

Desarrollar más los puertos provinciales

El Semanario: ¿Cómo ven la infraestructura portuaria en general, de acuerdo con la demanda; y cómo están operando en el Puerto de Buenos Aires?
E.R.: El puerto está saturado, porque el lugar geográfico donde está no le permite tener buenos accesos, y por este tema de que los puertos provinciales no están muy desarrollados todavía.
También hago una autocrítica porque creo que los agentes de carga no sabemos vender la ventaja de salir por fuera de Buenos Aires.

El Semanario: ¿Cómo están impactando las restricciones a las importaciones?
E.R.: Toda crisis hay que verla como una oportunidad, si sólo nos lamentamos porque tenemos operaciones trabadas vamos a tener que cerrar y dejar a muchas familias sin trabajo. Por lo tanto intentamos darles soluciones a los importadores, ofreciéndoles compensaciones en la importación.
Desde la Secretaría de Comercio hay una política clara para favorecer las exportaciones, nosotros tenemos muchos importadores de commodities y estamos entrecruzando los importadores con los exportadores para que hagan su trabajo en conjunto, y aquellos que importen puedan exportar otros productos.
Claro que sentimos la baja, nosotros de un mes para el otro hemos caído casi un 50 por ciento la venta en contenedores de importación, pero no hay que quedarse contemplando el problema, y quejándose, hay que buscar soluciones. Y así fuimos ganando también clientes de exportaciones, y fuimos ofreciendo a los importadores alternativas de salida, como por ejemplo fomentando acuerdos entre exportadores en importadores.

El Semanario: ¿Además de buscar crecer en Santa Fe, cómo están funcionando los otros puertos por donde operan?
J.A.: Con Zárate estamos trabajando muy fuerte, somos el segundo cliente más importante de ese puerto como agente de carga. Ahí movilizamos gran cantidad de carbón, que va al Norte de Europa; granos, arroz, maquinarias; y también ahí tuvimos ese proceso de convencer a los clientes para que salgan por esa terminal.
Ahí la operación se hace más económica que en Buenos Aires, por ejemplo no hay TAP, no hay Ivetra, que son unos 100 dólares, y en commodities eso marca una diferencia, además se trabaja más cómodo.