Jueves, 22 Noviembre 2012 09:20

Exportadores acusan recibo por las demoras de los embarques

El recuento comenzó. Datos preliminares de la industria procesadora y exportadora de granos, aceites y derivados comenzaron a cuantificar (y monetizar) los perjuicios que les generan las demoras derivadas de los controles exhaustivos del tándem AFIP y Aduana a los embarques.

Fuentes del sector confiaron que en apenas 15 días de octubre, a partir de la instrumentación de las medidas de contraverificación aduaneras (draft survey por permiso de embarque y evaluaciones por medio de equipos multidisciplinarios que incluyen la división de la brigada de perros antinarcóticos), el 54% de los 143 buques amarrados en los 31 puertos de la zona del Gran Rosario promediaron demoras de más de 17 horas. Si se suman las horas perdidas de cada uno de esos 77 barcos se obtiene un equivalente a 55 días perdidos...
"Son casi dos millones de toneladas las que no lograron embarcarse a tiempo por estas demoras. Que quede en claro que la industria no se opone a los controles. Los acompaña. Protestamos sólo por el modo", destacaron desde la industria.
Si bien la Aduana recordó que se hizo una prueba piloto y que el sector debería haber estado "al tanto" de lo que se vendría, los exportadores señalan que esa prueba se hizo "sobre un buque", mientras que la aleatoriedad de la realidad actual los "sume en la incertidumbre total". Sin embargo, las voces comenzarán a oírse con más fuerza: estos controles actuales de medición de caladas por cada destinación, para verificar los datos de la balanza electrónica, se están haciendo en plena temporada baja: los silos y los mismos productores remiten remanentes de campañas anteriores (saldos) con los que financian la campaña actual, o para pagar impuestos o cubrir gastos operativos. El tema es que dentro de 20 días arranca la cosecha de trigo y cebada. Y en poco más de 100 días la de soja, la prueba de fuego.
"Para ésta que empieza ahora se espera un incremento del 27% del movimiento, es decir, 5715 buques más", agregaron. Si continúa este ritmo de demoras, podrían verse afectados 3100 barcos. Esto implica mucho más que multiplicar esa cantidad por el valor diario de charteo de los buques (entre 10.000 y 25.000 dólares diarios).
Implica poner en valor las deficiencias agregadas por un sistema de navegación que cuenta con las reservas de canal de los gaseros de Escobar y los cruceros (que tienen prioridad) en la temporada inminente.
Implica, además, contabilizar los silos colapsados por no poder cargar, que a su vez detendrán a los camiones en puerto y playas, y a las formaciones de trenes y los trenes de barcazas. Cada uno con su "reloj" corriendo,
Las mediciones de calado, hasta ahora, no detectaron inconsistencias ni excedentes.

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