Martes, 05 Febrero 2013 12:33

Los puertos argentinos, los únicos con caída de la actividad en 2012

Los puertos constituyen el signo visible e inequívoco de la vitalidad económica de un país. Su nivel de actividad es el espejo de la producción y el consumo. Y por eso sus estadísticas no mienten.

La variación interanual del movimiento de mercaderías en los puertos de América latina -analizados de forma regular por la Cepal, a partir de informes elaborados por la Unidad de Servicios de Infraestructura- es una foto elocuente de la actividad económica regional: la región, en su conjunto, creció un 7,46%. Su participación en el total mundial es del 7% y llegó a un record de TEU movilizados de 41,3 millones.

No obstante, como bien advierten los autores Ricardo Sánchez y Octavio Doerr, "la velocidad de crecimiento es diferente entre países y puertos".

Brasil lidera en volumen, como primera potencia regional que es, y si bien su economía no creció como se esperaba en 2012, la actividad portuaria evolucionó casi un 7%. Le siguen en el ranking (por volumen operado) Panamá (10% de crecimiento); México (16%); Chile (4%); Colombia (22%); Perú (13%);Ecuador (1%); Venezuela (28%), y Uruguay (3%).

La Argentina, de todos los países latinoamericanos, es la única que disminuyó en su actividad portuaria: se desplomó un 7,6%. Esta foto que se lee con el diario del lunes la vivían en carne propia los gremios portuarios, los empleados de despachantes y los choferes de camiones (fleteros) que en 2012 amenazaron con parar todo el puerto a menos que Guillermo Moreno -secretario de Comercio Interior con atribuciones dignas de un director ejecutivo de la Fundación ExportAr, cuando no de secretario de Relaciones Económicas Internacionales- les brindara alguna solución.

La solución la brindaron las empresas, al no despedir al personal. Moreno, en su momento, les indicó que una rentabilidad de más del 15% en sus negocios era "demasiado", y las conminó a congelar políticas de ajuste. Su nula vocación política hizo que no capitalizara entre los trabajadores el éxito de su pulseada. Los trabajadores mantuvieron su empleo, pero perdieron las horas extra, fuente más importante de ingresos.

Tal vez por esa razón, de muy mala gana, estibadores y guincheros participaron de la "fiesta portuaria nacional y popular" donde Moreno nombró a la "Coca" Sarli madrina del puerto. Ninguno quería salir en la foto.

Por Emiliano Galli

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